Ella

Y se carcomía su cuerpo lentamente,
el tiempo caía sobre ella, lastimaba, dolía.
Sus huesos marcados en la piel, cicatrices y heridas en ella.
Oscuridad bajo sus párpados, mirada perdida, piernas enflaquecidas,
sentida autoestima, basura dentro de ella, color negro en su corazón,
huecos de dolor, marcas de llantos,
lágrimas tatuadas en sus mejillas, extraviada su risa,
ojos de cansinos, aburridos
hombros bajos, cabeza gacha.
Dolor en cada centímetro, en cada pulgada.
Manos temblorosas, pies inquietos.

malomalo

Matando el tiempo, viviendo este momento hermoso,

girando y disfrutando, el día nublado

Sintiendo el frío en el rostro, el sonido del viento en las hojas,

Con una taza de café, el sol de las nubes emerger,

El clima cambiante, ecléctico.

El ánimo por los cielos, ganas de volar 

y de perderse.

Y no encontrarse nunca, imaginar.

Escribir, cantar, dibujar, dibujando el mundo,

a mi alrededor, felicidad total,

el canto de un pájaro, el atardecer grisáceo,

el tono adecuado y el momento perfecto.

Las hojas verdes en comunión con el paisaje,

el brebaje del cielo espero, las calles mojadas, 

el agua bajo mis patas, sintiendo y queriendo 

que no se acabe este día de perfección, de color gris,

de ánimo feliz, ningún desliz. 

hm

Y la realidad me choca de frente,

con sus garras, con sus dientes

me toma y me bota al suelo,

por pensar diferente, por no querer hacerlo.

Mi prosa sucia, enemiga de la rutina bastarda,

de los empleos y los empleados,

enojado conmigo, con el color gris

y sigo sin entender, ¿cuál es la belleza de lo cotidiano que debo ver?

Sí lo cotidiano es lo normal, y

eso más asco no me pude dar.

Y no soy bueno, a un costado del mundo,

por el camino equivocado, la dirección contraria.

Los pantalones pegados a las piernas y el cerebro pegado al corazón.

La mente distinta, enferma,

el excluido, el que no quiere ser parte ni

comparte ideas, con la masa.