Incansable

En la habitación más obscura que pudo encontrar se puso a escribir
Sobre tumbas y nubes
Sobre personas y estrellas.
El escritor escupía escritos, vomitaba textos.
En la vieja máquina de escribir, creaba mundos.
Hacía ver a los ciegos, hablar a los mudos y oír a los sordos.
La tinta pegada en la hoja, el sonido chirriante del metal, sus manos escribiendo sin descanso. 
La cabeza le daba vueltas. En los ojos las pupilas se la agigantaban.
Apoyado sólo en sí mismo el escritor seguía en su interminable misión.
Cuándo tenía que comer, comía pensando en lo que escribía.
Cuándo tenía que dormir, soñaba con sus textos, soñaba con palabras y como se unían.
Así el escritor solo pensaba en escribir, la familia pronto quedó de lado.
Su salud tiempo después. Ya había dejado de preocuparse por qué comer.
Su tiempo lo invertía en rellenar los espacios vacíos de cada papel, que ponía sobre su máquina.
Pasaba horas y horas, días y días.
Y no se detenía, lo llevaron al psiquiatra y no opuso resistencia
Ocupó esa experiencia en sus relatos.
Un tarde, como de costumbre, escribía al compás del atardecer movía 
Sus manos sobre la agotada máquina.
Cuando, para sorpresa de todos, le puso punto final a la travesía.
Le preguntaron qué pasaba, que por qué ya no escribía
El solo decía, que ya no debía, que no podía.

Un día

Caminaba un día cualquiera por la calle, tomaba una micro cualquiera en un paradero cualquiera con dirección a cualquier parte. Subía y veía a los distintos tipos de personas sentados, parados, doblados, rectos. Estaban todos sin prestar atención, con audífonos, pegados a su celular. Se sienta al final de la micro, pegado a la ventana se da cuenta de lo que le pasa y se larga a llorar. Siente las lagrimas bajar por sus mejillas, se le hace el típico nudo en la garganta, se le ponen los ojos rojos y solloza; llora mucho rato, las lágrimas caen por sus ojos hasta que se duerme.

Se despierta pasado el punto dónde debía bajarse. Le duelen los ojos y la cabeza, la vida le pesa sobre sus hombros, mira alrededor y decide pararse para presionar el botón que haga detenerse el bus en el próximo paradero, espera que se abran las puertas y se baja. Camina en dirección contraria de dónde venía gracias al dormirse en la micro, tiene la cabeza gacha y va pensando en quien sabe qué cosa.  Dobla por un pasaje, saca las llaves del bolsillo delantero de su abrigo de piel, abre la puerta del viejo edifico marrón donde vivía, sube con lentitud las escaleras debido a que, como siempre, el ascensor no funcionaba. Llega a su nivel, el 6 por cierto, inserta la llave en la cerradura mientras su mano tirita presa del nerviosismo, gira delicadamente la pieza de metal y empuja la puerta hacia dentro. Camina breves pasos dentro de su departamento sin molestarse siquiera en cerrar la puerta.

Está en su pieza, se saca el abrigo mojado y lo deja caer sobre el montón de ropa, cojines y diversas mierdas que utiliza como cama. Arranca una hoja de un cuaderno y con un lápiz se pone a garabatear letras sobre el papel, tacha lo escrito una y otra vez hasta que finalmente solo deja una simple línea en el medio de la hoja. Lo dobla y lo deja justo encima de la marca de ese café que derramó ayer.
3 horas después su padre llega y ve su cuerpo en el piso de la cocina con un frasco de pastillas en el brazo derecho y en el izquierdo los cortes que se propinaba. Mientras, en su pieza el papel decía: “Nos vemos en una hora papá, te quiero”. 

Gaël Arnaud

Rápido

No puedo sentir mis manos al escribir,

Mi lápiz vuela sobre el papel, escribo rápido sin entender

Versos salen y versos van, la droga hace efecto

El humo se siente en mi paladar, no dejo de pensar, de fluir y de sentir

Sobre la hoja mis textos gimen y se reprimen 

Sintiendo lo que yo no siento, hablando con quien no hablo

Y diciendo lo que no comprendo, ahí están mis letras

En lo profundo de mi cabeza

Amarradas, unidas

Como dos jóvenes al hacer el amor,

Como amantes de lo absurdo y el absoluto

Solos en un mundo sin cobijo, no pienso lo que escribo

Solo fluyo, como la heroína por el cuerpo de un adicto

Llego a tu cerebro y te afecto

No tengo afectos, amigos y enemigos

Los odio por igual, seré un mal papá

Esa es la verdad.

No sé escribir, no sé cantar no sé hacer nada bueno

Tiro mis textos, tiro mis líneas

Jalo cocaína y continúo acá, solo en mi pieza dando vueltas

Con la destreza de un inválido

No te hablo, te escribo, 

No te miro, te odio

Te corto y me corto

Cierro los ojos y no te veo, no sueño contigo, 

No sueño nada, soy sólo, soy tranquilo

Empieza otra hoja, y no sé lo que hago,

La música me entra por un oído y 

Me queda adentro de la cabeza, no puedo evitar

Escribir lo más rápido que puedo, mi mano se cansa, se acalambra

El papel se acaba, se desgarra.

La garganta me duele, me arde

Grité mientras dormía, no tu nombre

Si no un grito seco, carente de sentido.

Ciego

Y la cama es enorme, me sobra espacio aquí, 

no encuentro a nadie con quien compartir,

solo y olvidado.

Y puedo sentir, como nadie está cerca de mi, 

las habitaciones se agrandan y las paredes se ensanchan, 

haciéndome sentir, si cabe, más sólo aún.

Y tu mirada, y sus risas, me son ajenas, me son desconocidas,

me evitan.

Y las lágrimas que brotan, pierden el sentido,

el amor con el dolor mezclados, en uno solo.

La pieza está repleta, te hablan, te escuchan, 

y más solo estás,

escuchas lo que te dicen, tan ajeno, tan vago.

Y sólo asientes, saliendo del mal rato,

tu soledad es tuya, y de nadie más

la pena es mía, no me la pueden quitar.

Las palabras vacías, las sonrisas falsas, las ayudas inservibles, 

los gestos inocuos, los intentos fallidos.

nada te basta, estás cada día mas aislado, cada día dices menos

y sientes más.

Te demoras un poco, y te das cuenta,

de que estás completamente, 

solo.

Amor-mal

Y aveces, siento

que me pierdo en ti

en tu mirada y tu sonrisa.

En lo que me hace amarte,

necesitarte, desearte.

Y vuelvo atrás, miro mis recuerdos y veo tu cuerpo

desnudo sobre mi cama,

una obra de arte.

Me río de tu risa y de ti,

tengo ganas de verte y no que no te separes jamás de mi,

soy egoísta, lo acepto te quiero sólo aquí

en mi cama, en mi pieza, 

recorramos juntos nuestro cuerpos, pieza por pieza, centímetro por centímetro.

Descubramos lo que nos hemos perdido, lo que en el tiempo hemos olvidado

y esperemos haber crecido.

Este camino tiene un principio, pero no un final,

solo contigo quiero estar.

Y me encuentro de nuevo, escribiéndole al cuaderno sobre ti, 

después de mucho tiempo,

Cuando el mundo se detenga, cuando el sol deje de brillar, cuando te mates, cuando me mate, cuando el último latido de mi corazón se apague; recién ahí te dejaré de querer.

A un amigo

Hermano mio:
Nuestros caminos se cruzaron, se entrelazaron por las vueltas que tiene la vida, una mina nos separó y nos unió más. Me arrepiento de que nuestra amistad hasta ese entonces se haya visto diezmada por ella, pero me ayudó a entenderte, y estuviste ahí cuando yo estaba mal y me gustaría que supieras que estoy acá hermano, estoy acá en el momento más difícil para ti, no puedo ni dimensionar el dolor que sientes, que alguien así de importante esté tan mal. Somos muy pendejos para enfrentar esto, nadie debería perder a alguien así tan luego, nadie debería sufrir tanto como tu lo haz hecho. Se irá a un mejor lugar hermano, todos nos iremos desde este mundo a un mejor lugar, tenlo claro. Duele perder a alguien, duele más que la chucha, pero ella estará mejor, no sufrirá, descansará.

Hermano mio, me da pena, quizás mucha. No somos tan cercanos, no hablamos siempre, pero el cariño que te tengo se creó en base a los malos momentos, que han sido hartos, y puta que cuesta pasarlos. Nada de lo que he vivido se compara con lo que debes sentir, no puedo ni entender como te sientes.

Mira hacia adelante loco, tu fortaleza es más que la mía  es más que la de muchos, la vida nos pone obstáculos, quien sabe por qué, sólo los mejores los pasan, y tú eres de los mejores. No dejes que tu sonrisa se apage, no dejes que la vida te venza, sal adelante aunque cueste, refúgiate en los que te queremos, estamos contigo, un abrazo gigante para ti y tus queridos. Suerte en todo y fuerza para lo que viene.

Te quiero hermano mio.

Destellos

Luces extrañas 

colores imaginarios

realidades inventadas,

sueños mágicos, la posibilidad

la certeza quizás.

Algo más, más que tu

y que yo.

Un destello, un sueño.

Maravillosos y terribles los humanos

que conozco,

que toco,

que siento.

Y explota la realidad, 

cómo una bofetada en la cara,

los colores se apagan.

Las luces cambian sus tonalidades y

dejo de sentir.

Inicio del algo.

Veía pasar a la gente enfrente de sus ojos, cómo llegaban y luego se iban tal cual como llegaron sin decir palabra. Se sentía sólo, irrelevante para el transcurso de las cosas y todo eso, en cierto punto lo era... ¿Cuánta diferencia puede hacer una sola persona en este mundo de mierda lleno de ellas? 

Sus días se repetían en una rutina tan cansina como mortal:
- Despertarse

- Ir al colegio de mierda

- Estar en el colegio de mierda

- Salir del colegio de mierda

- Drogarse

- Dormir.

Él con tan sólo 16 ya era un experto en esto de las drogas, las había probado de casi todos los tipos; Legales, ilegales, alucinógenas, opioides, farmacéuticas y toda la basura inclasificable que se puede encontrar en las calles. No le preocupaban sus efectos, según él las controlaba; tenía buen promedio, sus viejos pensaban de él lo mejor, no era agresivo, etcétera, etcétera. Pero la adicción no es sólo física, y él lo sabía, por eso le había empezado a preocupar su falta de motivación por la vida, su paja constante, el hecho de que ni las minas pudieran sacarlo del estado de mierda en el que vivía. 

Él tenía una familia normal, vivía en Peñalolen con su hermana y su vieja, ella se había separado de su padre cuando él tenía apenas 4 años. Ni le afectó, era un pendejo de mierda que no cachaba una, así que tranqui, lo veía los fin de semanas y a veces almorzaba con él en la semana, relajado, súper normal. Con su hermana la relación también era normal, ella tenía 2 años más que él y se llevaban como los típicos adolescentes huevones, peleando por estupideces, no pescándose, molestándose mutuamente, pero se querían, se notaba que se querían. 

rare

Sumido en la depresión, 
escuchando blues, fumando tabaco mal enrolado
durmiendo, llorando.

llegaste tú, alegraste mis días,
mi sol, tu compañía.
Me perdía en tu sonrisa y tus ojos.
Me quedaba callado.
Te besaba y sonreía.

Mis días oscuros sin sol, sin luna las noches
son destellos brillantes,
tu risa, tus expresiones me encantan
incluso tu perro feo me agrada.

Tu sed de auto-destruirte me hace un animal por todo lo que te quiero
no soporto ver que te haces mal.
Pero estaré, enfrentaré mis ataduras y mis presiones.
Tomaré tu mano y te mentiré
te diré que todo está bien.

Te amo mujer, cada respiro mio es tuyo.

nada

Esquizofrenia frenética

Realidad ecléctica

Labios deformes y

Ojos sin brillo.

Mente al debe, 

declive de las emociones

sin reacciones

Cristales rotos, demasiados.

Cavidades exploradas y explotadas.

Violaciones esporádicas, de lo demás

Nada más.

Por casualidad, por ficción 

por reacción, también por puro 

gusto.  Por dolor y por amor.

Matamos a nuestro niño, a nuestros amigos.

Y tú, lo haces cada día?

Sexo desesperado con una puta barata.

Sífilis contagiado, gonorrea quizás.

Nada que decir,

nada que perder.

Evidente

La naturaleza muerta, 

asqueada.

Vomitamos palabras, vomitamos textos

basura.

Escupimos conocimiento, nos sentimos superiores.

Queremos y no podemos

Podemos querernos. No lo hacemos.

Regalaré mi vida, mis fracasos.

No hay espacio, sólo

risas vacías y extrañas miradas,

¿Qué dices?

Mis ojos de barro, de mierda.

Sólo uno.

Dos 

y Tres.

Alcanzo a contar, desfallezco

muero, espero.

¿Aún sigues aquí?

que hacer para que te vayas de mi.

,,,

Perdóname por escribirte esto. Por no permitir que lo veas, al menos no aún. Perdóname por quererte, por confundirme por admirar tu sonrisa, tus labios y tus ojos que cambian con la luz. Siento tanto querer pasar mis dedos por tus mejillas, acariciarte el pelo, sentir tu respiración cerca mio. Eres, increíble. Siempre lo fuiste. Te quiero mucho.

Pirámide aleatoria.

Naturaleza muerta, dormida,

pésimos escaños de una

vida triste y entumecida

frío, frío, frío 

sed, poder

cúspide.

.

Renunciamos

Noche vacía
Estrellada y
Solitaria
Cuadernos rotos,
lápices gastados
sin luz.
Ni brillo
Palabras cortadas de par en par
voces que se oyen aquí,
poesía en la oscuridad
de mi jardín,
Eterno el tiempo 
y el espacio
(años de risas juveniles)
Asesinos de recuerdos;
de momentos
de sueños
-margen-

De los amoríos y su fonética

Amoríos 
Amor y líos
Ríos de amor
Reíros del amor
Iros
Ir 
Morir
A-morir-iros
Amoríos

Del rincón

Amor y vino.
Placeres, 
dependo de ellos.
es tan difícil
están tan juntos.
Toda una vida sin ti.
Es tan difícil sin ti.
Matemos-nos de apoco,
consumamos-nos como el fuego,
quedemos en cenizas y 
al más leve contacto, 
se desasen.
volver a
encontrar en nosotros
uno solo.

Las culpas,
la culpa.
El ron.
El vómito y el cáncer.
sangre negra, por la gangrena.
Alegoría.
Alegría
Ira.
Cerros de cadáveres.
Muerte. 

No reason

Se siente la presión en mis parpados

Para dos,

parados estamos, varados

perdidos.

De luto el amor y la compasión,

el mundo que los mató

sigue girando, moviendo

en torno al signo peso.

Peso kilos menos, peco

más de lo que debo.

Los pecados, 

son lo bueno que he pasado.

Hasta el fin de los días, dormidos

sumidos, podridos.

Debido, a todo lo que creemos,

padecemos, esperemos (el fin).

Antídoto

Las paredes se caían alrededor de mí, me obligaban a adentrarme cada vez más en mí. Ese mí, o ese yo, que odiaba, que no soportaba; pero las paredes que se caían ante mí me hacían adentrarme cada vez más. Hasta que yo, y mi otro yo.


El otoño deja a su paso, tristes hojas secas, que caen a una acera desolada, en la cual a su vez, un niño, supuestamente feliz, las pisa. Ese niño no sabe, que en unos años, se sentará a pensar y sabrá que las hojas, no eran hojas. Eran, él. Y el, pisaba a él. En la acera, en otoño.

Sonidos musicales dan a conocer un nuevo día en la que el sol brota de la cordillera y se esconde por otro lugar. Su madre lo llama.

Malas costumbres

La mala costumbre de empezar a escribir cuando no tengo ganas, o cuando tengo ganas y no de que escribir, o la inversa o lo que sea.

Extraño tener motivos, extraño la pena, extraño la rabia, el amor, el dolor, la felicidad; extraño sentir. Las pastillas lo impidieron, ahora soy un niño triste y quieto como un objeto, sin vida propia actuando como una fotocopia, como una fotografía congelada en el espacio. El medicamento al servicio de la sociedad para hacernos individuos productivos y funcionales para esta; para insertarnos en su sistema de productos y de producción. Yo no estoy loco, o al menos no lo estaba. Ahora no sé, no sé que hago, las pastillas me quitaron la vida, la personalidad.

Lo único que me dieron las pastillas fueron pesadillas constantes, sueños terribles y reales de los cuales no puedo escapar. Sueño todas las noches con persecuciones sin fin ni principio, con monstros amorfos que me atacan, con pérdidas terribles, con suicidios y asesinatos cometidos por mí. Sueño con gargantas cortadas a la mitad, con brazos mutilados y desgarrados, con músculos que se separan de los tejidos, con ojos saliendo de sus cuencas y estallando en un vacío infinito, sueño que el pecho se me desgarra y se les desgarra a los demás; que sus costillas vuelan del y van a parar varios metros más allá.

Y despierto, sudando, gritando.  

Heroes

Estaba hecho mierda, el sabor a vomito le quemaba la garganta, había güitriado ayer, eso lo recordaba. Con la garganta pal pico y sus tan llenos de humo pulmones empezó a tratar de recordar donde chucha estaba, no era su casa de seguro, no reconocía nada, ni los posters maracos de Depeche Mode y David Bowie a las persianas picás a Europeas pero obviamente made in china. Le cargaba eso, que la gente aparentara ser las cosas que justamente no son; como cuando los cuicos se las dan de pankis. Bueno, se levantó y se dio cuenta que estaba con los jeans puestos buscó en la pieza su polera y la encontró, estaba sucia pero al menos no vomitada. Salió por la puerta y en el living vio a varios y varias ebrias, parece que lo pasé bien anoche pensó, miró por la ventana del departamento y se dio cuenta que estaba en la reina, bastante lejos del centro que es de donde último se acordaba estar. Robó un celular que se encontraba sobre una mesita del living y una manzana de la cocina. Cuicos culiaos pensó. Se puso su chaqueta de cuero súper ruda y se fue dando un portazo con el que ojalá todos se despertaran.

28

Y otro día más sumido en esta sucia realidad, donde los que piensan menos tienen más, los que valen menos con más poder. Quiero escapar de acá, de todos lados, quiero vivir sólo, alejado de los problemas y sus consecuencias. De sus cochinas leyes y policías; quiero dejar su puto sistema atrás de mi, y que los demás caminen conmigo, juntos, a mi lado, como iguales.

Quiero empezar a vivir, no a solo existir, sumergido en esta rutina incansable, de un sistema insaciable, que te obliga a producir, consumir. Para eso estamos, y el que no lo acepta es tachado de radical y violento, de un antisocial. Y saben qué? soy Antisocial, no creo en su sociedad de mercado, son productos, son un asqueroso conjunto de personas sin rostro, todos iguales, cuadriculados, los colegios y las universidades nos preparan para ser esclavos del trabajo, de un trabajo del cual no veremos sus frutos, por que las utilidades se las lleva el empresario, el patrón. Y para uno que queda? Un par de horas libres al día de tele-basura y un fin de semana que lo ocupas en recuperarte de tu puta vida de mierda y en evadirte. No hay tiempo para pensar, para detenerte. No quiero vivir sin pensar, no quiero vivir bajo sus leyes, ni sus normas; quizás simplemente no quiero vivir.

Quemando las penas en un papel de poemas, marihuana enrolada como las hueas.
No necesito fumar para ser feliz, pero si que ayuda. Que daría por tenerte a mi lado, si a ti. A ti que antes me apoyabas cuando me sentía así, pero ya no te tengo. Te fuiste, todos se van. Los espanto los echo inconscientemente. Mi libreta al final, es la única que me entiende, desearía poder, contarles todo lo que siento, el vació y todo eso. Pero no puedo, ya no puedo expresarme en letras ni en dibujos ni en nada, estoy pegado, sesgado en la misma mierda de siempre y ya ni tengo como quejarme. 

Ella

Nunca la conocí como era, nunca supe lo que sentía en realidad, quizás eso es lo que mas gusta de ella. Reservada. Distinta, por sobre todo distinta a todo la otra gente que conocía. Libre, sin ataduras. Una cuerda loca, una loca en su sano juicio. Una bala perdida encontrada, en fin. El equilibrio, la frialdad, el calor. Las emociones, lo racional. Estoy seguro que hay más de una dentro de ella, quizás más de 3 incluso. Pomulientamente feliz, apasionada por la vida. Fuerte, como yo quisiera serlo. De risa melódica y expresiones infantiles en una mente de mil años disfrazada con inmadurez. Increíble, especial, distante. Cariñosa a su modo, difícil de describir. A veces, esconde sus miedos, sus tristezas, sus deseos por miedo a que se los quiebren. Una gran mujer que no pocos tuvieron la suerte de conocer. Libre, linda y loca.