domingo, 22 de julio de 2012

Pirámide aleatoria.

Naturaleza muerta, dormida,
pésimos escaños de una
vida triste y entumecida
frío, frío, frío 
sed, poder
cúspide.
.

Renunciamos

Noche vacía
Estrellada y
Solitaria
Cuadernos rotos,
lápices gastados
sin luz.
Ni brillo
Palabras cortadas de par en par
voces que se oyen aquí,
poesía en la oscuridad
de mi jardín,
Eterno el tiempo 
y el espacio
(años de risas juveniles)
Asesinos de recuerdos;
de momentos
de sueños
-margen-

De los amoríos y su fonética

Amoríos 
Amor y líos
Ríos de amor
Reíros del amor
Iros
Ir 
Morir
A-morir-iros
Amoríos

Del rincón

Amor y vino.
Placeres, 

dependo de ellos.
es tan difícil
están tan juntos.
Toda una vida sin ti.
Es tan difícil sin ti.
Matemos-nos de apoco,
consumamos-nos como el fuego,
quedemos en cenizas y 
al más leve contacto, 
se desasen.
volver a
encontrar en nosotros
uno solo.

Las culpas,

la culpa.
El ron.
El vómito y el cáncer.
sangre negra, por la gangrena.
Alegoría.
Alegría
Ira.
Cerros de cadáveres.
Muerte. 

miércoles, 18 de julio de 2012

No reason

Se siente la presión en mis parpados
Para dos,
parados estamos, varados
perdidos.
De luto el amor y la compasión,
el mundo que los mató
sigue girando, moviendo
en torno al signo peso.
Peso kilos menos, peco
más de lo que debo.
Los pecados, 
son lo bueno que he pasado.

Hasta el fin de los días, dormidos
sumidos, podridos.
Debido, a todo lo que creemos,
padecemos, esperemos (el fin).

viernes, 6 de julio de 2012

Antídoto


Las paredes se caían alrededor de mí, me obligaban a adentrarme cada vez más en mí. Ese mí, o ese yo, que odiaba, que no soportaba; pero las paredes que se caían ante mí me hacían adentrarme cada vez más. Hasta que yo, y mi otro yo.


El otoño deja a su paso, tristes hojas secas, que caen a una acera desolada, en la cual a su vez, un niño, supuestamente feliz, las pisa. Ese niño no sabe, que en unos años, se sentará a pensar y sabrá que las hojas, no eran hojas. Eran, él. Y el, pisaba a él. En la acera, en otoño.

Sonidos musicales dan a conocer un nuevo día en la que el sol brota de la cordillera y se esconde por otro lugar. Su madre lo llama.

lunes, 2 de julio de 2012

Malas costumbres


La mala costumbre de empezar a escribir cuando no tengo ganas, o cuando tengo ganas y no de que escribir, o la inversa o lo que sea.

Extraño tener motivos, extraño la pena, extraño la rabia, el amor, el dolor, la felicidad; extraño sentir. Las pastillas lo impidieron, ahora soy un niño triste y quieto como un objeto, sin vida propia actuando como una fotocopia, como una fotografía congelada en el espacio. El medicamento al servicio de la sociedad para hacernos individuos productivos y funcionales para esta; para insertarnos en su sistema de productos y de producción. Yo no estoy loco, o al menos no lo estaba. Ahora no sé, no sé que hago, las pastillas me quitaron la vida, la personalidad.

Lo único que me dieron las pastillas fueron pesadillas constantes, sueños terribles y reales de los cuales no puedo escapar. Sueño todas las noches con persecuciones sin fin ni principio, con monstros amorfos que me atacan, con pérdidas terribles, con suicidios y asesinatos cometidos por mí. Sueño con gargantas cortadas a la mitad, con brazos mutilados y desgarrados, con músculos que se separan de los tejidos, con ojos saliendo de sus cuencas y estallando en un vacío infinito, sueño que el pecho se me desgarra y se les desgarra a los demás; que sus costillas vuelan del y van a parar varios metros más allá.

Y despierto, sudando, gritando.