miércoles, 21 de mayo de 2014

ESCRITOS SUELTOS DE DÍAS CONJUNTOS

Despierto con el olor a café y a cannabis. Miro a mi lado, no hay nada nuevo, la misma pieza, la misma vida entre cuatro paredes. Estoy triste, triste como lo he estado varias veces.
Me deshago de mi sombra, intento pintar cuerpos pero no sale nada. Los pies y la cabeza los siento pesados, durmiendo ocho horas sigo cansado. Yo, me he ido configurando; poco a poco voy moviendo y sintiendo mis dedos. Afuera es otoño, adentro no sé, olvidé, Es veinte, es junio, es siempre. 

secretos, máquinas, puntos y comas. Pelo, un gato y una guitarra trastornada,
notas de colores, anagramas que no entiendo. Viviendo y sintiendo, ¿no entiendo?


Hoy
me he vuelto
a pelear con mis demonios
a enfrentar con mis más ocultos miedos.
he vuelto al infierno más recóndito de la tierra,
Hoy, conocí a la muerte personalmente.
Me miró fría y persistente,
luego exclamó:
Hoy.







             

sábado, 10 de mayo de 2014

MI LUGAR FELIZ EN EL MUNDO.

El verdugo contempla extasiado a su víctima.
me corto, se me quiebran los huesos.
Ríe y yo grito; de dolor, de agonía, de ganas de muerte.
No hay culpa, no hay piedad.
Los electrodos conectados a mi cabeza me hacen sufrir,
en una esquina de la helada celda, me retuerzo.

Día a día la misma rutina.
Nada termina, nada cambia
Me duermen en las noches para que no muera.
Me despiertan en el día para que no descanse. 
el verdugo impávido ante mi condición,
yo sin fuerzas para nada, ni un reclamo.

Me curan las heridas, solo lo suficiente para que no muera desangrado.
Me dicen que estaré bien, que es por mi bien.
Ya no soy yo, hace mucho tiempo dejé de serlo.
Perdí la cabeza, eso dicen ellos.
Es difícil encontrarla cuando todo es tan oscuro.
No hay claros, no hay luz.
No hay ni días, ni noches.
Ni tiempos, ni horas, ni relojes.
No hay vida, tampoco muerte.
Todo es mentira, excepto el dolor.



TODAVÍA NO ME VOY

Me queda vida, aún no me la sacan toda
Me quedan sueños, me quedan cantos y gritos.
Sigo acá,
Estoy.
(aunque)
Me voy apagando.

Tengo que encenderme,
la llama batalla dentro de mí.
Pierde fuerza momento a momento.

Pero,
Aún queda corazón, a veces lo noto
aún tengo voluntad
aún tengo ganas de cambiar todo.
Aún puedo llorar de la nada,
todavía me emociono mirando el cielo,
aún sangro, aún sufro.
Sigue estando ese vacío en el pecho en las mañanas,
sigue mi orgullo inflado al ver algo que he hecho,
no se ha ido la sensación del sol en mis ojos.
Aún siento, aún "vivo".

¿Por cuánto?