De la poesía (O de como debiera ser)

La poesía ha de estar,
en todas las mentes, en todos los libros.
La poesía ha de ser cotidiana,
al alcance de todos y todas.
La poesía debe ser compartida,
regalada, entregada
jamás vendida.
Los lectores, los poetas
los casi poetas, los críticos
deberán ser,
consecuentes con la poesía
y ver en ella,
la ambigüedad de lo terrenal,
la belleza inalcanzable de lo onírico,
la certeza de lo que resulta tangible.

La poesía ha de ser libre y de fácil acceso,
deberá ser de los ricos y los pobres, sin distinción.
El verso no tendrá dueño,
no vendrá acompañado de grandes galardones,
de grandes vítores y ovaciones al poeta,
llegará con algo mucho más valioso
el amor y el dolor entregado en cada letra,
en cada frase, en cada rima.

a medias.

Algunos evitan la rutina con porros llenos de bencina,

Yo prefiero mis rimas y el papel.

Pasan los días y lo único que queda son ellos

Ni los amigos ni la familia apañan

Pa’ que voy a mentir, ni se escribir

Solo son ramificaciones de mi conciencia en la hoja

En la escritura y en la mente me trabo,

Lleno de contradicciones

Por lo que he vivido, le echo la culpa a  otros hueones

Cuando los problemas son míos, la justificación no cuadra

Sin entender palabra, en el día a día

Se pierde mi alegría

Las ganas que quedan convertidas en cenizas

De un porro mal armado

De una vida que me han quitado.

Inspirado en la vida, no necesito estar

Drogado, las letras de mí salen igual

Ni bien ni mal,

Alejándome cada día de lo normal

Y con ganas de escapar,

…

TEDIO

Perdido en los días,
Perdido en la vida,
queriendo dejar
la/te
atrás.
Escribiendo, sin motivación, solo por la obligación
de ver el tiempo pasar.
desahogándome en papel,
escupiendo rabia,
vomitando textos,
rasgando cuadernos,
con un ánimo de mierda
sin entender a nadie 
ni buscando que nadie me entienda,

Sufriendo dolor y rencor, deseando lo peor
para todos.
Masticando ira 
presa del sida
y víctima de ti.

Compitiendo conmigo mismo
buscando encontrar
la entrada 
.o.
salida..
Cagándome en la vida
y en la gente
que habita, este invento
de país, de cultura
y riéndome 
de su sociedad.

Sintiéndome sucio con cada
muestra de cariño que me dan,
con ganas de matar,
más que de matarme.
Aún así, deseo
acabar con esto
de una puta vez.
Mierda para el después, 
viviendo en el maldito presente
y detestando el ayer.-