lunes, 16 de septiembre de 2013

EL VIEJO SABOR (versión 2)

Puedo escuchar los discos de mi viejo, leer por enésima vez mis libros preferidos.
Apreciar una y otra vez el movimiento de las hojas al desprenderse de los arboles,
intercambiar palabras con vendedores de tiendas repulsivas,
mirar con asco a mi alrededor en cada caminata sin rumbo.
Puedo observar incansablemente el paisaje santiaguino y la fauna presente en este,
puedo reírme sin ganas y sonreír fingidamente,
Puedo tocar bajo y cantar desafinado,
puedo tomar una cerveza de vez en cuando, fumar en pipa,
puedo enfermarme y quedarme en cama pensando en todo y en nada,
puedo saturar mis arterias de comida plástica,
puedo caminar por Santiago, perderme entre la multitud.
Comprar cosas que no necesito,  destruirme con alcohol,
Ponerme en piloto automático viendo la basura televisiva
Puedo intentar cantar, escribir, garabatear unos bocetos,
Tener una conversación profunda con un extraño que deje de serlo.
Mirar a los niños jugando en una plaza, sus manos llenas de tierra y sus rostros sonrientes.
Ver a esclavos de corbata y traje en el centro, corriendo para no llegar tarde.
Escabullirme en el metro, caminar unas cuadras
Puedo, mirar las escasas estrellas en el cielo
Criticar el diseño de esta ciudad,
Putear a la tele cuando miente,
Puedo fumarme un caño, inhalar el humo y toser,
 volver una y otra vez  a los mismos lugares.
Puedo hacer eso y más;
Pero no evitar sonreír

Cuando pienso en ti.

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