Ya no hay ni ganas ni deseos, no hay ánimos, no hay ilusiones. Ya no quiero que pasen los días, no quiero nada más que la nada. La rutina se ha vuelto a llevar mi alegría, en múltiples horas de tedio mi sonrisa se extravió. Fome, aburrido y cansado- desganado, hastiado-. Viviendo en modo automático, sin preocuparme, pasan los días en la realidad que me vuelve a poner mal, terriblemente monótono.
Templos del conocimiento no producen el deseado efecto, sólo tedio y frustración.
No hay ganas ni interés, maldita realidad sumisa, maldigo a la vida autómata, terrible y despiadada rutina.
Ni tiempo para escribir queda, sólo esbozos de textos inocuos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario